Fuerza Armada de Jayce y los Guerreros Rodantes.

El segundo "gustito" que me quise dar por fuera de mi colección. Se trata de "Fuerza Armada", un vehículo inspirado en la mitica serie "Jayce y los Guerreros Rodantes". Una gran serie que se emitió a principios de los 90 en Argentina.

 Para comenzar, recapitulemos un poco sobre esta serie. Jayce era un joven normal que se dedica a la búsqueda de su padre, capturado por un monstruo fruto de uno de sus experimentos. En su derrotero, Jayce conoce a otros amigos: una especie de robot-caballero medieval algo torpe, una especie de niña planta , una mago similar a Merlin, y un de mercenario que tiene una nave espacial similar a un barco -sospechosamente demasiado parecido a Han-Solo de Stas Wars-.

Resulta ser que el Mago había creado una especie de vehículos de combate especiales que sirven para combatir a las mentes monstruosas (una especie de monstruos que se convierten en -o casualidad- vehículos). Con ese argumento la serie va avanzando de forma bastante entretenida. Incluso hubo un plan de hacer una pelicula animada donde Jayce finalmente derrotaba a las Mentes a un alto costo (la vida de su Padre) pero lamentablemente nunca se llego a concretar y la serie quedo, como tantas otras, con un final abierto.

 En cuanto a este vehículo, tenemos aquí a Fuerza Armada. Piloteado por el mismo Jayce es el vehículo más popular de la serie. Fabricado por Mattel, la idea fue crear una serie de vehículos con partes intercambiables. Todos los vehículos pueden intercambiar sus partes entres si, y hasta incluso pueden llegar a unirse entre si. Lo malo quizás, es que sus pilotos no tienen ningún parecido a los personajes de la serie animada sino que todos usan una especie de overol color naranja.

La idea funciona bastante bien, y el resultado es similar al vehículo de la serie, además uno puede configurar sus propio vehículo y combinar partes entre si, lo que le agrega algo de jugabilidad extra. Por otro lado, la cantidad de piezas pequeñas, y la tendendencia de los niños a perderlas juega en contra de la durabilidad del set.

Aunque los toques dorados quedan espectaculares, la calidad del plástico, sin ser mala, tampoco es la mejor. No parece muy durable en manos de un niño. Para un coleccionista como quien les escribe una pieza de esta despierta muchisima nostalgia y significa un tesoro muy especial.